Cañas Dulzaina
15 junio 2020 2024-10-14 19:18Cañas Dulzaina
Crea o modifica las cañas de tu dulzaina
Todo su proceso está elaborado de forma artesanal, hecho a mano. Por ello puedes encontrarte alguna «imperfección» estética.
Todas las cañas están probadas, desinfectadas y ajustadas para asegurar su calidad.
Al principio, o después de unos días de tocar, puedes notar que la caña se ha endurecido, o ha cambiado a un sonido más «tosco». Eso es porque la caña de la dulzaina «ha evolucionado» y para tu mayor comodidad y mejora del sonido de la caña, debes rasparla SIEMPRE EN SECO, CON UNA CUCHILLA MUY BIEN AFILADA Y SIN APRETAR SOBRE LA MADERA, desde la línea de afilado a la punta. Con mucho cuidado de no quitar demasiado material en el alma.
Humedece la caña con saliva, o metiéndola en agua unos segundos sin dejar que la madera se empape demasiado, porque perdería sonido.
Si está muy abierta, puedes cerrarla UN POCO apretando con los dedos con cuidado entre la bóveda y el cuello. Si te pasas en esa presión la caña se rajará en punta. Si la cierras demasiado antes de empezar a tocar, seguramente mientras tocas, se termine cerrando y tengas que abrirla.
Para abrirla, tienes que ejercer una ligera presión con los dedos o unos alicates, en los extremos de la caña, a la altura del alambre y el cuello. Si te pasas en esa presión la caña se rajará por la bóveda.
Lo ideal es ajustarla antes de empezar a tocar, cerrándola un poco si es necesario, y dejando la caña un poco dura, porque tocando, va cogiendo la humedad necesaria y ella sola va a su "zona de confort".
Adopta una embocadura abierta, tipo "o", para no apretar la caña de forma perpendicular, si no, corres el riesgo de que se raje en punta. (efecto abanico). Con este tipo de embocadura ganarás volumen, presencia y brillo.
Emboca de la línea de afilado hacia la punta para evitar un sonido nasal, que se te quede alto, sobre todo, el "fa" y el "mi" de la primera octava, y que el "fa" agudo entre sin romper y afinado. Con esta embocadura también evitas someter a la caña a una presión perpendicular constante en la bóveda que pueda hacer aparecer el efecto abanico.
Si no sigues los dos pasos anteriores, sobre todo en los primeros días de uso, puede que la caña no evolucione correctamente, pierda toda la calidad y se convierta en una caña sorda y muy dura que requiera mucho esfuerzo para sacar un mínimo sonido.
Siempre en seco.
Con una cuchilla muy bien afilada.
Sin apretar sobre la madera.
Si el primer día la caña te resulta dura, aguántala unos días tocando sin explotarla mucho, y pasando unos días, ráspala desde la Línea de Afilado a la punta.
Si con el paso del tiempo la caña se endurece, y/o adquiere un sonido "tosco", vuelve a raspar desde la L.A. a la punta, esta vez sin incidir demasiado en el Alma.
Cuando tengas la caña a tu gusto, con el paso del tiempo, puedes dar mayor facilidad y ligereza raspando con suavidad en la Zona de Raspado.
MUCHO CUIDADO CON "EL ALMA".